La propiedad de la empresa

El acceso a la propiedad de las sociedades limitadas se realiza mediante la aportación de dinero, bienes o derechos. La principal desventaja de estas sociedades son las limitaciones que se ponen a la transmisión de las participaciones que tiene cada socio, ya que solamente se pueden traspasar libremente a otros socios, al cónyuge, al ascendiente y al descendiente del socio que quiera vender.

En cualquier otro caso hay que atenerse a lo que disponen los estatutos. Aún así, la transmisión precisa una serie de requisitos, como son la comunicación escrita a los administradores y el consentimiento de la Junta General. También existen restricciones para la ampliación de capital. Todas estas dificultades pueden limitar el crecimiento de la empresa, ya que hacen difícil la entrada de nuevos socios.

Algunos derechos de los socios son: voto, asistencia y voz o debate en la Junta General; solicitar el nombramiento de un auditor de cuentas con cargo a la sociedad; participar en los beneficios que se distribuyan; percibir la cuota que les corresponda si la empresa se vende y poder adquirir de manera preferente participaciones nuevas en caso de que la sociedad decida aumentar el capital.