Aptitud empresarial

Si bien es cierto y no hay más vueltas que darle al asunto pero es saludable decirlo y expresarlo para que los interesados lo pongan en práctica por el bien de ellos y de su empresa y es que todas las decisiones administrativas básicas son decisiones de gran alcance; todas las decisiones gerenciales importantes insumen años antes de alcanzar verdadera efectividad (con esto podemos comprender que hay que ser pacientes y emprender y creer en nosotros y en lo que estamos haciendo). Y es necesario que sean productivas durante años para pagar su inversión en recursos humanos y producción que se traduce en dinero.

La administración en las empresas organizacionales no tiene más remedio que anticipar el futuro, tratar de plasmarlo en lo que quieres hacer y lograr, y equilibrar las metas a corto y a largo plazo para poder crecer y ser fuentes de ejemplo antes las otras que están comenzando a crecer y buscar modelos de organización. Como no es posible que esto se haga bien, la administración debe tratar que no se descuiden estas responsabilidades. Es necesario entender que el presente y el corto plazo inmediato requieren decisiones estratégicas tanto como el largo plazo. La idea de pensamiento que informa el planeamiento estratégico a largo plazo es la pregunta: “¿Qué debería hacer nuestra empresa?” puede y debe resolverse y decidirse por sí misma, al margen de lo que se piense respecto del carácter actual y futuro de la empresa. En el planeamiento estratégico es necesario partir de las tres preguntas: “¿Qué es la organización empresarial? ¿Qué aptitud necesitamos? La aptitud que necesitamos no es planeamiento a largo plazo. Es decisión estratégica o tal vea planeamiento estratégico para tener un orden táctico de que estamos pensando realizar.