Crecimiento de la renta per cápita a lo largo siglo XX

Ha sido un crecimiento compatible con otros crecimientos como el incremento de la población mundial, aumento de la productividad o crecimiento de los intercambios comerciales.

Pero un crecimiento que no ha sido uniforme en el tiempo ni tampoco en su distribución por grandes áreas económicas y geográficas. Esto ha dado lugar a la existencia de un Tercer Mundo homogéneo en los que hay ejemplos extremos de pobreza y ausencia de estímulo al desarrollo (Asia meridional y África subsahariana entre otros que con un tercio de la población mundial tan sólo representan el 3 por 100 de toda su renta)

Frente a este Tercer Mundo, otros países de la fachada asiática del Pacífico han acortado distancias con los países industriales dejando atrás otros comportamientos que los habían posicionado en una estancada y extrema pobreza (algunos de ellos son los Tigres asiáticos: Hong Kong, Corea del Sur, Taiwan y Singapur, acompañados por otros vecinos del pacífico incluyendo algunas regiones chinas).

Este crecimiento de la renta per cápita se ha dado debido a ciertas transformaciones estructurales que han acompañado el crecimiento de la misma como:

1. El sostenido aumento de la población mundial
2. Crecimiento de la productividad
3. Crecimiento de los intercambios comerciales

Además de todos estos cambios estructurales de la economía mundial se distingue otros más, el peso y papel del Estado.